LA EMPRESA

Historia: Juan José Chiaravalle es hijo de un veterinario destacado, el Dr. Ambrosio Chiaravalle, cuyos dos hijos varones, Juan José y Martín abrazaron con entusiasmo la profesión de su padre y  a su vez, transmitieron la posta a sus hijos, Diego en el caso de Juan José y  Martín  y Mariana  en el caso de Martín.

Durante sus estudios se destacó por su interés en la avicultura, siendo ayudante en la cátedra de Avicultura en la Universidad de Buenos Aires y dictando numerosos cursos en la Asociación de Criadores de Aves y Conejos además de ocuparse de su criadero que obtuvo premios en la Sociedad Rural.

Año 1988
Vista áerea de la Planta - 1988

A poco de recibirse de Médico Veterinario en la Universidad de Buenos Aires  fundó junto con su padre la veterinaria El Hornero SRL en la ciudad de Luján, la que hoy sigue siendo una de las principales veterinarias de Luján a cargo de su hermano Martín. Esta empresa se dedica a la Clínica de Pequeños y Grandes Animales, posee laboratorio de análisis clínicos, quirófano e internación.

En 1983 creó, también en Luján, una empresa que se denominó Agrotécnica La Palmera que comenzó siendo una distribuidora de alimentos balanceados de la firma Molinos Concepción SA (Alimentos Ganave). Además trabajaban con semillas (curación, clasificación y venta). Si bien ofrecían alimento balanceado para todas las especies, el mayor volumen era el destinado al tambo pues, en ese entonces, la zona formaba parte del cinturón tambero de Buenos Aires.

Dr. Juan José Chiaravalle
Dr. Juan José Chiaravalle


Esta empresa inició rápidamente su crecimiento. En los años 1984/85 se construyó una planta de silos con secadora para recibir el cereal que los clientes canjeaban por alimento balanceado con Molinos Concepción SA. En esa misma época se adquirieron dos camiones tolva para mejorar la distribución  del alimento balanceado.  La planta de silos y los camiones permitieron un gran crecimiento pues era la primera distribuidora con alta capacidad de almacenaje, llegando a tener en stock 1.000 toneladas de alimento vaca lechera. Si bien se respetaban a los demás distribuidores, se hicieron clientes a distancia, llegando hasta localidades como Pehuajó, Trenque Lauquen, Necochea, Lobos, Bolívar, etc.

En 1986/87 Molinos Concepción vendió la fábrica de Alimentos Ganave en Pilar, la que fue adquirida por un grupo de empleados y distribuidores. Chiaravalle fue invitado a participar de la empresa pero no aceptó, prefiriendo continuar con el desarrollo de la propia. Es así que en 1989, en plena hiperinflación, inauguró su propia fábrica de alimentos balanceados. Esta se convirtió poco a poco en la actividad principal de la empresa que paso a denominarse Molino La Palmera.

Simultáneamente con esta actividad, Chiaravalle venía desarrollando su actividad de productor de leche en un campo de 500 hectáreas en la zona de Pehuajó pero en 1985, a causa de la inundación de la región, debió trasladar las vacas y la explotación, a la zona de Pilar, creando en forma sucesiva 4 tambos. Luego del pasaje de la inundación regresó al tambo de Pehuajó pero mantuvo los de Pilar, llegando a tener 5 tambos en producción.

Vista actual de la Planta
Vista actual de la Planta

La llegada de la convertibilidad en 1992/93  generó una crisis el ámbito agropecuario. Molino La Palmera estaba haciendo una cantidad importante de alimento para lechería, conejos, cerdos y las dificultades financieras de sus clientes la golpearon en pleno  y obligaron a Chiaravalle a tomar decisiones drásticas y muy duras para permitir la supervivencia de la empresa. Debió vender el campo de Pehuajó, la mayor parte de las vacas de sus tambos, que quedaron reducidos a uno de 50 vacas en la zona de Luján. Pero lo que da idea de la magnitud de la crisis que enfrentó fue la venta de su casa familiar en el centro de Luján, trasladando su familia a Buenos Aires. Con la sola propiedad de la fábrica, la que quedó con pocos operarios, logró terminar de saldar todas sus deudas, sin necesidad de recurrir  a artilugios legales, como la quiebra.

Este proceso sólo fue posible por la unión de la familia. Tanto su esposa Graciela como sus hijos Diego y María fueron conscientes de la grave situación que estaban viviendo y siempre pudo contar con su apoyo.
Superada la crisis, en el año 1995 la empresa recomenzó su camino de crecimiento. Pero la zona de Luján había cambiado. Las mejores comunicaciones y transportes, sumado al crecimiento económico de un sector de la población que se estableció en “countries” y barrios cerrados trajo una nueva clientela, que estableció microemprendimientos relacionados con la producción animal mientras los tambos se iban alejando hacia el oeste, donde menos lluvias y suelos mas livianos facilitan la producción. El Molino La Palmera se fue adaptando a los cambios. Desde el comienzo de la Fábrica 1989 al 1993 la producción de alimentos balanceados era en un ochenta por ciento para ganadería, especialmente tambo: vacas en ordeñe, vacas secas, recría y crianza de terneros. A partir de 1995 el crecimiento se mantiene sostenido pero varía el tipo de producto. No es sólo tambo sino que hacen su aparición las producciones especiales: cabras, ovejas, como el Establecimiento. Los Tres Luises S.A. que hace un planteo estabulado de producción de leche caprina, obteniendo interesantes resultados. En aves el Establecimiento Los Guayacanes cría patos para la producción de foie-gras. La empresa incursiona en el rubro mascotas produciendo 30 toneladas de un alimento para perros que se comercializa en forma directa y  es utilizado en importantes criaderos. Las codornices de postura, los ñandúes y las truchas y el  pejerrey de agua dulce, caracoles (junto a la Universidad Nacional de .Luján), forman parte de los animales para los que se comienzan a produicir alimentos balanceados.

Cabe destacar las líneas para caballos, especialmente para caballos de carrera, de polo y equitación. Estas se comienzan a producir a partir de los años 1996/98 en que el incremento en el valor  de los cereales hace que los alimentos balanceados sean más baratos en relación. Esta situación es aprovechada por la empresa que desarrolla balanceados y concentrados para caballos deportivos que son utilizados por criadores importantes como  el Haras Enry J  de Enrique Santamarina,  el Haras El Manzanar de Reunidos S.A., el  Haras El Tala de Crespo Hnos y Jorge Orozco, criador de caballos de polo en Las Heras.

Laboratorio Molino La Palmera
Laboratorio Molino La Palmera

En cuanto a los bovinos, si bien los tambos casi desaparecieron en la zona, crecieron los feed-lots en todo el país. Se desarrolló un concentrado para feed-lot que el productor puede mezclar al 10% con sus granos, ya sean maíz o sorgo para constituir la ración balanceada.

Los concentrados permiten al productor utilizar sus propios granos, evitando fletes y comisiones y a la planta llegar mas lejos pues el flete sólo se paga sobre el 10% de la ración. Los concentrados no se limitan a los bovinos, sino que se desarrolló una línea de concentrados para caballos que tiene mucho éxito en los haras.

Poniendo en práctica el moderno concepto de la red de empresas Molino La Palmera estableció un contacto estrecho con la empresa El Tejar convirtiéndose en su proveedor de Nutrición Animal, aportando no sólo alimentos balanceados sino también asesoramiento en la materia a El Tejar y a otras empresas asociadas. Molino La Palmera provee el concentrado que utiliza El Tejar en sus dos feed-lots, el de Saladillo (Buenos Aires) y el de Charata (Chaco) pero, además, participa de un proyecto ganadero en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) donde Molino La Palmera fabrica alimento balanceado para destete precoz en asociación con una planta local. La práctica del destete precoz asociado a otras técnicas permitió lograr en 90% de preñez en vaquillonas de segundo servicio, comparado con 30% en las que no se destetaron. Hay que remarcar que esto se logró en condiciones muy difíciles en El Beni, la zona selvática y tropical donde reside el mayor potencial ganadero de Bolivia. En el Apéndice I figura un relato detallado de la experiencia boliviana.

Simultáneamente fue creciendo su tambo “El 77” en el partido de Luján. Con una superficie de 82 hectáreas obtiene niveles de producción interesantes que se detallan en el Apéndice III. Pero lo más importante es la vinculación con los problemas que plantea a diario la producción. El tambo forma parte del CREA Luján desde 1996 y Chiaravalle fue presidente del mismo desde 1999 hasta el 2003. Fue postulado como vocal de la zona Este pero no pudo aceptar debido al tiempo que le insume su trabajo en la planta. También posee en el tambo una minicabaña de Limousin y forma parte de la comisión directiva de dicha asociación.

La importancia que fue tomando la empresa y la necesidad de mantenerse a la cabeza en lo que respecta a la innovación tecnológica llevó a Juan José Chiaravalle a montar un laboratorio de nutrición animal, en un edificio adyacente a la planta adquirido al efecto. El corazón del laboratorio es un equipo NIRs (Near Infrared Reflectance Spectroscopy), que permite obtener el porcentaje de humedad y de los principales nutrientes en menos de dos minutos. Un convenio con la firma Alimental de Venado Tuerto permite utilizar las ecuaciones desarrolladas en la Universidad de Gembloux (Bélgica) por su casa matriz, la empresa holandesa Provimi, líder europeo en nutrición animal. Estas ecuaciones, desarrolladas sobre materias primas y alimentos provenientes del mundo entero permite tener una gran seguridad con respecto a la exactitud de los resultados de los análisis. Gracias a este equipo se pueden analizar todas las materias primas no bien se las recibe en la planta, formular en base a valores reales, no sobre tablas que muchas veces no reflejan los cambios en la composición de los cereales que son producto de los altos rendimientos que se obtienen en la actualidad. Lo más importante es que permite realizar un control de calidad acabado y constante sobre todos los productos que produce la planta. A este aparato se agregaron otras técnicas como el análisis de minerales aguas y micotoxinas.

Todo esto convierte a La Palmera en una Pyme con características de gran empresa.

 

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